El Válvula de aire combinada de riego está diseñado para liberar automáticamente el aire del sistema de riego cuando se presuriza por primera vez. A medida que el agua comienza a fluir a través de las tuberías, desplaza el aire atrapado en el sistema. Si este aire no se ventila, puede formar bolsillos de aire que se mueven con el agua, causando aumentos de presión impredecibles. Estas fluctuaciones de presión pueden conducir al martillo de agua, que es un problema común y dañino en los sistemas de riego. La función de liberación de aire de la válvula permite que el sistema expulse el exceso de aire gradualmente, evitando la acumulación de bolsillos de aire y el posterior riesgo de martillo de agua.
Durante la operación del sistema de riego, la válvula de aire combinada también facilita la ingesta de aire durante los momentos en que el agua se descarga o cuando hay un cambio repentino en la presión. Al garantizar una ingesta controlada de aire, la válvula evita que se forme un vacío dentro del sistema. Sin esta entrada de aire, la reproducción repentina del sistema cuando se introduce el agua en una tubería vacía podría causar un aumento rápido y significativo de la presión, lo que lleva al martillo de agua. La válvula mantiene un equilibrio entre el flujo de aire y agua, mitigando significativamente el riesgo de tales picos de presión.
Una de las funciones clave de una válvula de aire combinada de riego es estabilizar la presión general dentro del sistema. Cuando el sistema se activa o desactiva inicialmente, los cambios rápidos en la presión pueden crear las condiciones para el martillo de agua. La válvula evita esto al proporcionar una liberación gradual de aire durante el inicio y una ingesta controlada durante el apagado, lo que permite transiciones más suaves en la presión. Al mantener una presión constante en la operación del sistema, la válvula asegura que el martillo de agua se minimice, protegiendo así la integridad de la tubería y el equipo conectado.