La eficacia de un sistema de riego de jardín depende en gran medida de la ubicación estratégica de los aspersores. Al colocar un aspersor de impacto, evite colocarlo demasiado cerca de paredes, cercas o árboles, ya que pueden obstruir el rociado de agua y crear una cobertura desigual. Para maximizar la cobertura, seleccione un área abierta en el centro de la región que desea regar. Lo ideal es que sea un terreno nivelado, ya que las áreas inclinadas pueden hacer que el agua se estanque en las regiones más bajas, lo que provocará que algunas partes del jardín se rieguen en exceso mientras que otras permanezcan secas. Garantizar una separación adecuada de los obstáculos ayudará a lograr una distribución uniforme del agua en toda el área. Es fundamental evaluar el terreno para garantizar que el aspersor tenga un rango de movimiento sin obstáculos para rociar agua de manera eficiente.
Mayoría aspersores de impacto vienen con una función de arco ajustable, que permite a los usuarios controlar la extensión del patrón de rociado. El ajuste adecuado del arco del aspersor garantiza que el agua se dirija exactamente hacia donde se necesita, sin rociar excesivamente en áreas como aceras, entradas de vehículos o secciones no plantadas. Para céspedes redondos o circulares, una rotación completa de 360 grados suele ser apropiada, pero para espacios de jardín rectangulares o estrechos, restringir el arco a un rango más pequeño evitará que se desperdicie agua. Según el modelo, puede ajustar manualmente el arco del aspersor girando un dial o una palanca. Ajustar esta característica garantiza que no se desperdicie agua y que las áreas circundantes no se rieguen innecesariamente.
El radio de pulverización de su aspersor de impacto determina hasta dónde llegará el agua, lo que influye directamente en la eficiencia de su sistema de riego. Un aspersor con radio ajustable le brinda la flexibilidad de personalizar el alcance según el tamaño de su jardín. Para jardines más pequeños, reducir el radio concentrará el agua en el área deseada, evitando que el agua rocíe áreas no plantadas. Por el contrario, para céspedes más grandes, ampliar el radio ayudará a cubrir un área mayor sin la necesidad de múltiples aspersores. La mayoría de los aspersores de impacto tienen un mecanismo de control simple para ajustar el radio, a menudo mediante una perilla o tornillo que altera la fuerza del agua que se expulsa, controlando su alcance.
La presión del agua suministrada al aspersor de impacto juega un papel crucial en su rendimiento. Una presión óptima garantiza que el aspersor funcione de manera eficiente, distribuyendo el agua de manera uniforme y sin desperdicio. Una presión demasiado baja puede provocar corrientes de agua débiles, lo que puede dejar partes del jardín sin regar. Por otro lado, la alta presión puede provocar una nebulización excesiva, que no sólo es ineficiente sino que también provoca un desperdicio de agua debido a la evaporación antes de que llegue al suelo. Es importante asegurarse de que la presión del agua esté dentro del rango recomendado por el fabricante para su modelo de aspersor específico. El uso de un regulador de presión ayudará a mantener una presión constante en todos los aspersores, promoviendo un riego eficiente en todo el jardín.
Cuando se utilizan varios aspersores de impacto, el espacio entre ellos es crucial para garantizar que todas las áreas del jardín estén adecuadamente regadas. Los aspersores deben colocarse de modo que sus patrones de rociado se superpongan ligeramente, lo que ayuda a eliminar las zonas secas y garantiza que el agua se distribuya uniformemente por el jardín. La pauta general para espaciar los aspersores es colocarlos a una distancia que permita una superposición de entre el 50 y el 75 % de su radio de aspersión. Por ejemplo, si un aspersor tiene un radio de rociado de 10 pies, colocarlos a una distancia de 8 a 9 pies permitirá una superposición suficiente. Para áreas más grandes, el uso de más aspersores con el espacio adecuado puede regar eficazmente un área amplia, evitando que cualquier sección quede regada en exceso o en defecto.